Dieciocho años después, encuentran e identifican los
restos óseos de Juana Rosina Blanco Ramos, quien estuvo sepultada en el patio
de sus suegros, vecinos de la colonia Melchor Ocampo y a escasos metros de su
familia.
Sus familiares no volvieron a saber de ella, luego de
que sostuvo una discusión con su madre y hermanos, para ese entonces ya tenía
un hijo menor de seis años y una relación con Raymundo, quien vivía con sus
padres a unas cuadras de la familia Blanco Ramos.
La fecha exacta de su desaparición según las
autoridades fue, el cuatro de julio de 1996, a sus 26 años; todos sus seres queridos pensaron Juana
regresaría en cuestión de días, en lo que su orgullo olvidaba el enojo por la
discusión, pero sus familiares tuvieron que esperan casi 20 años para saber su
paradero.
Sus sobrinas, recuerdan que meses después Raymundo,
acudió con la madre de la mujer de la desaparecida, a pedirle dinero en
efectivo y un caldo de pollo, ya que supuestamente Rosina Blanco, había sufrido
un aborto; la madre le entregó algo de dinero al hombre y fue la última vez que
la familia lo vio.
El once de agosto del año pasado, los restos de la
víctima fueron encontrados, en el patio trasero de la calle Luis G. Urbina, en
donde radicaba Raymundo junto a sus padres, 18 años atrás. Agentes
ministeriales llegaron a esta vivienda habitada por una pareja de ancianos, ya
que hasta los teléfonos de las autoridades llego una llamada anónima.
La familia…
Pero este asesinato, dejo a toda una familia marcada
por la desesperación y la angustia de no saber en donde se encontraba su
familiar, en su hijo, generó el rechazo y el rencor contra su madre, siempre
pensó que Juana Rosina, lo había abandonado, sin saber que desde hace más de 18
años, ella había sido asesinada.
Fue su abuela materna, quien lo crió y vio por él,
ella actualmente tiene un par de años de haber fallecido y murió con la duda de
saber qué fue de su hija; sin saber ella estaba enterrada a escasos metros de
su hogar, en donde con apoyo de otros hijos vio por su nieto.
Por algunos años autoridades de aquel entonces,
conocidos como “Judiciales”, iban constantemente a la vivienda de la familia Blanco Ramos, para recabar nueva información y
ratificar las declaraciones, pero no había nada nuevo
Luego de una serie de exámenes antropológicos y cotejos de ADN con la familia, a más de 50
días después del hallazgo, finalmente le entregaron los restos de Juana, a sus
familiares, quienes aún no saben los motivos certeros de la muerte, desconocen
por qué los padres de Raymundo, ocultaron por tanto tiempo los restos, a
sabiendas de que día a día la buscaban.
Según lo que menciona la familia, prefieren cuanto
antes tener los restos, para darles una sepultura adecuada y aunque, nada les
regresaran los casi 20 años de ausencia, quieren darle el último adiós.
Las irregularidades…
Los familiares de Blanco Ramos, explicaron que
realmente las autoridades no quisieron dar con el asesino, pocas veces se
enfocaron en hacer un trabajo de investigación y aunque si realizaron cateos en
la vivienda de los padres de Raymundo, afirmaron que no puede ser posible, que
se haga una excavación y nadie se dé cuenta, presumen que hay encubrimiento de
parte de los padres del presunto responsable.
Además ellos mencionaron que, todo apunta a que el
responsable del homicidio es Raymundo, pocas veces trataron de seguirle el
rastro, los rumores que siempre han circulado en la colonia, es que todos los
hijos de la pareja de ancianos se encuentran en diversos puntos de Estados
Unidos.
Algunos vecinos especularon en su momento, que
Raymundo había visitado la casa de sus padres, sin embargo, las autoridades no
hicieron nada para indagar a fondo o realzar un interrogatorio, actualmente no
hay rastro del presunto homicida.
Una de las sobrinas de Rosina, afirma que luego del
hallazgo, recordaron que la madre de Raymundo, colocaba cal, en todo el patio
trasero, lugar en donde fueron encontrados los restos óseos de su familiar.
Hace algunos años la familia de la víctima, tuvieron
una pequeña esperanza de encontrar los restos de Blanco Ramos, las evidencias
estaban dirigidas a un cuerpo que había sido encontrado en Albuquerque, Estados
Unidos, todo compaginaba, pero luego de hacer el cotejo de ADN, la esperanza se
desvaneció, no era Juana Rosina.
Es por eso que la familia de la víctima dice no
entender a la pareja de ancianos, ya que de ser cierto que tenían conocimiento
del hecho, no se explican cómo callaron este delito, no se conmovieron que el
pequeño que creció con la idea de que su madre lo había abandonado, afirmaron
que en múltiples ocasiones, vieron a la familia buscando a Rosina y nada de
esto les conmovió para decir la verdad.
Hoy por hoy, la pareja de longevos, no tienen contacto
con ninguna persona, afirman los vecinos que solamente salen a consultas
médicas y un templo cristiano que está cerca de la vivienda.
De estar con vida, Juana Rosina Blanco Ramos, tendría
44 años de edad y una convivencia con su único hijo, sin embargo, por alguna
razón desconocida le fue arrancada la vida y la oportunidad de tener una tumba
en donde su familia, pudiera llevarle alguna flor.